Este panorama refleja la complejidad y la falta de consenso en torno a las Zonas de Bajas Emisiones en España. Mientras algunas ciudades avanzan con restricciones más estrictas, otras se ven obligadas a dar marcha atrás debido a decisiones judiciales. El futuro de las ZBE dependerá de la capacidad de los gobiernos locales y nacionales para equilibrar las necesidades medioambientales con las realidades sociales y económicas de sus comunidades. 5s4ie
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