Arranca el coche, al menos, una vez cada 10 o 15 días y déjalo en marcha unos minutos. Si lo puedes mover un poco, mucho mejor, porque así los neumáticos no se deformarán.
Desconecta la batería si vas a estar más de un mes sin moverlo.
Mantén el depósito de combustible con, al menos, un cuarto de capacidad. Si el tanque está demasiado vacío, puede condensar humedad en su interior.
Revisa los niveles de aceite y refrigerante antes de volver a utilizar el coche si ha estado mucho tiempo parado.
Utiliza una funda transpirable para proteger la pintura si va a estar a la intemperie durante mucho tiempo.
Así es la nueva normativa para los coches abandonados que molestan en parkings y comunidades
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