'El Pelicot catalán'

La casa de los horrores en la que el 'Pelicot catalán' montó una especie de productora de pornografía infantil

La Fiscalía pide para él 107 años de cárcel por el juicio de la menor de 12 años a la que violó y obligó a prostituirse, pero se enfrenta a dos juicios más.

Imagen para una noticia del 'Pelicot catalán'

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Un monstruo escondido tras la careta de un hombre sencillo, sin mucho que contar, pero con una infinidad de atrocidades a su espalda. En una de las calles que se adentra en el histórico barrio del Raval en Barcelona, la Carrer de la Unió, de apenas 150 metros, se escondió hasta ser detenido el 'Pelicot catalán'.

Presentándose como electricista, Teófilo L.M. fue detenido el pasado mes de abril de 2024 como presunto líder de una red de pederastia en la ciudad condal. Usó su domicilio como cueva de los horrores llegando a convertirla en una especie de productora de pornografía infantil. Su tapadera para no levantar sospechas era ofertar el inmueble en internet para el alquiler de vacaciones, así justificaba el vaivén de gente.

Sus vecinos se muestran en 'shock' al descubrir la verdadera personalidad de esa persona a la que saludaban en el portal. Aunque la mayoría aseguran no conocerlo, Antena 3 Noticias habló con uno de ellos, que sí afirma haber ado con él por un problema doméstico. Llegó incluso a entrar en la casa de los horrores y lo que recuerda es un "piso muy oscuro. Si no recuerdo mal tenía tres cuartos de baño, varias habitaciones y vivía con más personas". A él lo describe como "un tipo raro" al que se le veía en contadas ocasiones.

En declaraciones a laSexta, un vecino reconoció que a él no le "cuadraba el nivel de vida" porque conducía un coche de alta gama, pero añade que nadie "pensaba que una persona del barrio fuera un monstruo".

Las investigaciones policiales apuntan a que por este entresuelo de la Carrer de la Unió pasaron hasta 30 presuntos pederastas y 25 víctimas. Entre el material intervenido, los Mossos localizaron 1.300 vídeos de material de explotación sexual infantil, y además se analizaron 2.000 conversaciones, de las que 120 eran de contenido pedófilo.

En esa casa de los horrores se ejercía la prostitución de menores, siempre, presuntamente controlada por Teófilo, que hacía "promoción de los menores, encargándose incluso de los reportajes fotográficos, búsqueda de clientes, pactaba el precio y facilitaba el escenario", donde colocaba cámaras ocultas. En los informes policiales también se apunta que las víctimas eran sometidas a prácticas sadomasoquistas y grupales, sin ofrecer "en ningún caso" medidas de profilaxis.

Actualmente, tanto Teófilo como otro de los 11 detenidos se encuentran en prisión provisional comunicada y sin fianza, mientras que los otros 9 quedaron en libertad provisional a disposición del juzgado siempre que sean requeridos.

¿Cómo se descubrió todo?

Fue una niña de tan solo 12 años quien arrancó la careta a este monstruo. La menor denunció en 2021 haber sido víctima de abusos por parte de adultos en un domicilio de Barcelona donde otros menores habían sido agredidos sexualmente. En el momento de las agresiones la joven dependía de la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia de la Generalitat de Cataluña. A raíz de esta denuncia arrancó una investigación "larga y compleja" por la que el principal acusado de esta red de pederastia afronta 3 juicios.

Por esta primera víctima la Fiscalía pide 107 años para el 'Pelicot catalán' por los delitos de agresión sexual, elaboración y tenencia de pornografía infantil, inducción a la pornografía infantil y exhibición de pornografía a menor. Pero existen dos piezas más separadas que también acusan al electricista de 45 años y a una docena más de presuntos pederastas. Una de esas causas es por las violaciones a esa primera víctima y hay otros 5 varones investigados. A estos últimos se les ha abierto una causa individual después de que en sus dispositivos móviles se encontrase material de explotación sexual infantil.

El 'modus operandi'

Teófilo captaba a sus víctimas a través de las redes sociales, se ganaba su confianza, las "engatusaban" con dinero y regalos. Los menores eran inducidos a participar en encuentros sexuales que se grababan y compartían con otros adultos.

Los integrantes de la red de pederastia de Barcelona liderada por un electricista eran conscientes de que la denunciante era menor de edad, tal y como se deduce del atestado policial. Entre las conversaciones recogidas en el sumario, constan unos mensajes que intercambiaron los investigados y en los que se hacía también referencia a la corta edad de la víctima: "¿Es tu primera niña de 14?" o "Pues yo la conocí con 13 recién". En las conversaciones entre los investigados también observa el temor a ser denunciados por violar a una menor: "Tú no sabes cuando esa niña puede abrir la boca y se te va a ir la vida a la mierda", "y menos teniendo sexo con una menor" o "yo tengo el vídeo y pruebas, pude haberte denunciado perfectamente".

El pasado del 'Pelicot catalán'

Este manual de conducta no era nuevo para Teófilo que ya en 2010 fue arrestado en Valencia por regentar un piso de prostitución masculina en el que se encontró a un menor. Después de eso trasladó su centro de operaciones a Barcelona.

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