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OTOÑO E INVIERNO

Cómo cuidar tu garganta cuando hace frío: claves para evitar molestias y prevenir infecciones

El frío, los cambios de temperatura y los ambientes secos hacen que la garganta sea una de las partes del cuerpo más vulnerables en otoño e invierno. Con unos sencillos consejos, puedes protegerla y mantenerla sana durante toda la temporada.

Dos personas con frío

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El otoño e invierno son estaciones que, aunque encantadoras, afectan directamente a nuestra salud, especialmente a la garganta. El frío, los cambios bruscos de temperatura y el aire seco son factores que pueden causar molestias, irritaciones e incluso infecciones si no se toman medidas preventivas.

El primer paso para proteger tu garganta es asegurarte de estar bien hidratado. Beber suficiente agua a lo largo del día ayuda a mantener las mucosas lubricadas, reduciendo la sequedad y las molestias. Las infusiones calientes también son una excelente opción, ya que además de apetecer más con el frío, ayudan a aliviar irritaciones leves.

Cubrir la garganta con bufandas o cuellos altos es fundamental para evitar que el frío afecte directamente esta área sensible. También es importante moderar el consumo de bebidas frías y evitar los cambios bruscos de temperatura, como salir de un lugar muy cálido a uno extremadamente frío sin la protección adecuada.

Chica con gorro y bufanda
Chica con gorro y bufanda | iStock

El aire seco dentro del hogar puede ser otro enemigo de la garganta. Usar humidificadores en habitaciones clave ayuda a mantener el ambiente equilibrado y evita que las vías respiratorias se resequen, reduciendo las probabilidades de molestias.

Humidificador para el hogar
Humidificador para el hogar | iStock

Evitar forzar la voz, gritar o hablar en exceso puede prevenir irritaciones innecesarias. Además, llevar una dieta rica en frutas y verduras fortalece el sistema inmunológico, ayudando a proteger la garganta de infecciones comunes en estas estaciones.

Con estos consejos prácticos, puedes mantener tu garganta sana y libre de molestias durante los meses más fríos. En caso de irritaciones o síntomas más graves, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud para recibir un diagnóstico adecuado.

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